23.5.11

diario (1)

Reconozco que siempre me costó trabajar. Hoy pensaba que si yo fuese una empresa estaría lejos de ser una entidad seria y más cerca de ser un chiste.
Pero al menos sería un buen chiste.
Por ejemplo, hoy lunes, hice lo siguiente.
Me fui caminando diez cuadras ("caminar es un buen ejercicio"- me digo. "Ultimamente el único que haces"- me respondo) hasta una dirección donde supuestamente me iba a encontrar con el vendedor de un Velador Escandinavo que había comprado hace unos días por internet (mercado libre es mi último vicio).
El supuesto vendedor del supuesto velador (al parecer es "tipo" escandinavo, porque observandolo detenidamente se descubre un clarísimo "industria argentina") nunca apareció. Como de costumbre (¿"argentinas" también?)
Para más "inri", como dicen en españa, cuando venía de intentar llamarlo por una cabina pública - más que públicas ya habría que decirles "cabinas púbicas"- me crucé en la puerta de su edificio con alguien vestido de portero.
Yo: señor...señor!, disculpe...-agitado tras correr una especie de "carrera con obstáculos" de diez metros, por la calle Azcuenaga  y a las once de la mañana-...perdón,eh...mire, yo venía por un artículo que compré por internet, y me dieron esta dirección..."
Aspecto mio: vestido de otro lugar, de otra fiesta, agenda en la mano, mochila a medio caer y abierta.
Ellos (el portero y su amigo de over-all): miradas con cara de semi-confianza a confianza.
Yo:...y pense que tal vez usted..es que no me dieron el piso...mire, ve, aca tengo la dirección. Usted no sabrá por casualidad...
El portero - con un acento de bueeeeeeno del norte argentino (NOA)...- me dice: ah, los del primero... Y ahí a mi me cae la ficha: Si, eh...Iván...o Pablo!
Entonces allaaaaaaaa se perdió "el buen NOA", en las sombras del hall del edificio, rumbo a la escalera, para ver si estaba el susodicho y tras explicarme suavemente que el portero eléctrico no les andaba.
Al ratito nomás volvió con cierta tristeza en los ojos - "no están...y les golpee fueerte y todo..."-que yo no se si era producto del incidente o porque ya tenía así la cara antes de que yo llegase.

Y ahí me fui nomás a seguir mi día. Otro subte hasta la estación Malabia , mi próximo destino "mercado-librísta". "Bajate en esa" me dijo el atento vendedor de albums de fotos cuando lo llamé.

En el camino tomé algunas fotos para mis futuros colagges -"futuros" porque nunca los llegó a terminar-, entré en un Burger para hacer tiempo -cosa muy rara en mi, pero la verdad es que me tentó el precio del desayuno: 7 pe. Claro, las medialunas parecen para las manitos de los Playmobil- y observé.

Sobre todo eso es lo que siempre hago: observar y pensar. La calle, el variopinto de gente que las recorre, sus actitudes, lo que reflejan sus caras, lo que refleja su ropa,...como un turista de mi propia ciudad.
Todo bien con los albums y su vendedor -salvo que en vez del 13° "A" estuve tocando por varios minutos con cara de indignado el..3° "A"!!- y volví a casa. Suficiente por hoy.
Ahora a ordenar y dibujar.
Pero no pude. Ninguna de las dos cosas. Escribo con una parva de cosas por el piso: papeles, hojas de arboles, maquina de fotos, envases de Lóreal (quiero hacer un colagge que se titule "Lo Irreal de Lo Real"), abrochadoras, revistas, un trípode con una pata mas larga que las demás, la cama por-supuesto-sin-hacer (¿leve queja inconsciente por la falta de mama o de mucama?), zapatillas, ropa que separamos con mi novia para tirar o llevar al Ejercito de Salvación (mucho lío...mejor dejar en la calle con cartelito), etc, etc
Ah, si tuve tiempo de ir hasta lo de mi padre para llevar ropa sucia y buscar algo de ropa limpia -en la casa de mi padre esta la Centralita de la Colada, El Ministerio de Limpieza Familar-.
Por suerte la ropa ya estaba seca. No quise preguntar quien la había colgado. ¿No les pasa que a veces prefieren que ciertas cosas queden en el aire...?
Mi padre me regaló El País Dominical. Yo le había pedido que lo compré porque me ha impactado bastante la "spanish revolution", el llamado Movimiento 15-M que se esta dando estos días en la madre patria. Al parecer los hijos de nuestra "madre" están viviendo en carne propia la palabra crisis. Aunque también al parecer se les mezcla con la crisis de los veinte. Algunos, que ya se acercan a los treinta, aprovechan para pedir cosas como boleto estudiantil gratuito...(¿?)

Así se va terminando el día y el diario de hoy. Hace un rato hablé con mi novia y su padre. Si, es que mientras hablaba con ella, su padre, gritaba consejos para mis eternos problemas de estomago. "Cereaaales, frutas (peras, ciruelas,...)" se escuchaba de fondo mientras Gi repetía aclarando: ..dice que  ciruelas...sin...perdón, con! la cascara.
Yo: espera, espera que anoto.
Recomendaciones que quedan en agendas, agendas que quedan en desuso, años nuevos que llegan y se van y la misma pregunta: ¿Que puedo comer liviano, que me haga bien...? Es que tengo como una pesadez continua...ahh!..espera, espera que anoto...". Como las instrucciones del pure chef, que uno las tiene que tener escritas en la caja, porque son esas cosas que siempre se olvidan.
josé
PD Mañana, si me inspiro, les sigo contando. A ver si puedo ponerme ahora a ordenar. Lo que no me pidan es que lave los platos. Suena el timbre! Debe ser Gi, mi salvadora...!