14.9.13

cuando el niño era solo eso: un niño

 (uen kind das kind.)

El niño juega. 
Atento a lo pequeño, no se pregunta por lo grande. 
Por lo adultamente grande, "importante". 
Sin noción de su pequeñez o de su inmensidad, mueve su autito para atrás y para adelante.
Luego, una mañana cualquiera, el niño pisa una hormiga sin querer y la ve retorcerse, tratarse de enderecer ante la fatalidad de su trágico destino. Pero no puede torcerlo. 
Y alguién, fatidicamente también, pasa y le arroja el concepto de Muerte. 
Se esta muriendo...se escucha que alguien dice. 
La mente del niño incorpora las dos puntas de un hilo que aún no comprende: la Vida y la Muerte.
Después seguirá incorporando otras: cielo, tierra...arriba, abajo...frio, calor...rico, pobre...
Y otra mañana, su madre, por ejemplo, lo premiará o lo castigará y le dirá: no, eso esta mal...o si, eso esta bien. 
Bueno y malo, Bien y Mal, incorporará el niño mientrás come su última manzana de la niñez.
Luego vendrá la adultez (¿será que tiene la misma raíz que adultero? En ese caso, que sutil e irónico el lenguaje castellano, no?) y con ella la perdida de la pureza infantil.
Si el niño "sale" más o menos sano, se dedicará a ser un ciudadano provechoso. O sea, a trabajar o a juntar dinero del modo que sea, para después gastarlo (consumir) o invertirlo en bancos y/o prestamistas. 
También puede guardar el dinero bajo el colchón.
Pero lo que ya nunca podrá hacer es esconderse bajo la cama, como el niño que era cuando solo era eso: un niño.
¿ Y si lo sigue haciendo a una edad que ya no debería? Alguien dirá: A la ducha de agua fria!