No solo aguantar, no solo estar vivo, a medias vivo.
Escribir desnudo de papeles, tirarlos al incinerador del ayer y hacer un
bollo con las frases hechas de los publicistas que manchan el paisaje urbano.
Comerse el flan antes del postre, escribir con la toalla en la cabeza,
desprender el runrún del aire y si hace calor sentirlo, y si llega una ola de
tristeza beberla y quedarse ahí, hasta que nuestro estómago y nuestras vísceras
la asimilen y vuelvan a querer caminar.
No solo estar vivo, a medias vivo, escribir desde los bares, o desde el
recuerdo de los bares, desde el recuerdo de las medias rayadas que se caían en
la segunda hora de clase, desde la felicidad del helado a venticinco pesetas,
lo que fuimos que tan bien sabe esconderse entre las columnas del hoy.
No solo estar vivo, llamar a todo el mundo y no llamar a nadie, levantar
las cortinas y tirar la toalla pero no al piso, creer en lo que somos aunque
hoy no nos gustemos demasiado, saber que todo esta ahí, como siempre, esperando.
Dar gracias por un año más o un año menos, según quien mira la carta.
No solo estar vivo, agarrar la guitarra, pegarle a la bolsa, reírse sin
parar de lo que más nos guste, gastar lo previsto, mantener la cordura en medio
del silencio de nosotros mismos.
No solo estar vivo, dejar que las lágrimas nos broten, escribir la
palabra sinceridad, la palabra Dios, la palabra madre, la palabra amigo. Creer
en ellas como las plantas creen en el agua que día tras día una mano les da.
No solo estar vivo, vivo a medias, vivo por algo, festejar no hacer
nada, tan solo estar.
Ser conscientes del agridulce ulular de esa sirena que no nos
corresponde, solo saber que para la máquina no es tan fácil parar, detenerse,
simplemente acabar. Escuchar los latidos que dimos, que ya nos perdimos, porque
otros vendrán.
No solo estar vivo o simplemente estar.
2 comentarios:
Para un recuerdo imaginario, Quizas entoces...
jose amigo querido, sos lo mas, hoy ando con un dia... tu escritura me levanto el animo besotes!
juli
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