16.2.10

Caminando sin pisar.


Camino esta noche solo, tantas veces yo! tantas veces ninguno!

Los grillos de la inmensidad parecen acunar la noche que no ven pero presienten.

El telón del cielo quedó a medio abrir.

Ningún arbol parece triste.

Si todas las piedras descansan en su lugar,

¿no deberíamos irnos de una vez y dejar al suelo y al cielo vivir en paz?

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