10.3.10

consumo luego existo


La cuestión no es sobre que hablan las personas -en última instancia cada uno es libre de hablar de lo que quiera- si no su grado de conciencia, de educación, al hacerlo.
Si estas en un colectivo no deberías hablar a un volumen que abarque tooooodo ese espacio público.
Nadie pretende juzgar tus palabras pero los demás tienen el derecho a no tener la obligación de escucharlas, retumbando en sus oídos.
Me pregunto si este nuevo fenómeno de "hago-lo-que-quierismo" porteño no tendrá que ver con la imposición de la prepotente e invisible ley del mercado.
El afán de consumo como primer afán. El derecho a gastar como ley suprema.
La persona que habla por celular en un colectivo -aunque sea a los gritos- pareciera estar protegida tácitamente por el mercado.
Esta consumiendo, gastando!, y nadie le puede prohibir hacerlo.
La persona que esta sentada, en silencio, no esta consumiendo.

¿No será entonces una sutil lucha entre los derechos del ciudadano-consumidor y los del simple ciudadano? ¿Una sutil lucha entre conectados y desconectados?
¿Y los que nada dicen, los que no alzan sus voces para defender el derecho social, el derecho público, frente al derecho -menor en este caso- del individuo,...en que estarán pensando?

¿No será que ellos también estarán esperando una llamada?

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