4.11.10

podia seguir pero algo me dijo: basta



Si, tengo que hacerlo, ahora, agotar el verbo y que vivir sea apenas cinco letras, tímidos tiznes negros en un universo enorme y sin sombra. 


¿Pero que digo, si solo tengo que escribir? Si solo con pensarte te estoy llamando, esa puerta que se abre en mi memoria y se parece a todas las puertas del mundo, a las mujeres que se sientan atrás, al perfume de los cines vacíos y de las peluquerías llenas.


Si solo tengo que razonar un minuto para darme cuenta que aunque quisiera, aunque quisieras, solo se puede volar a un lugar y en un avión a la vez y que donde te lleve, sera dejar el lugar donde estabas, la cama que conocías, el perro que te olisqueaba diciéndote: "si, sos vos, y solo por eso, te quiero".


Pero igual dudamos, a cada instante, de que no sea así, hoy, ahora. 


Que todos los autos y los besos y las series que pasamos mirando en alfombras gastadas de inconsciente felicidad, que todo lo que no escribió Borges en aquella biblioteca eterna, que todas las cartas que no recibimos de un amigo de afuera, que todo eso, solo por serlo, el todo no fuera.


Porque si no es así, ahora, con una mente que escucha e imagina una bocina de barco nocturno que no cesa -¡y eso que escribo desde córdoba y callao!-, si no es así, toda la baba de un caracol insistente que trepa, todas las campanadas que suenan, ¿no lo hacen a las mismas horas nocturnas de Oriente?


¿Y que mas te puedo contar? -le dice el tiempo al espacio, ese dios idiota que prefiere hacer la cola de las nueve de la mañana antes que pasar un poco de hambre tirado en la cama recordando mujeres y mejores esquinas.


Si, vos, me digo, pequeño tizón de carne, vanidoso punto de calor en la caldera universal del tiempo, a vos te hablo. Dale, salí de tu casa, o quedate, pero no creas que tocar una puerta no es tocar todas, que la bocina de un barco es la misma en todos los hemisferios,  que todos los libros caben abajo de tu cama, y lo mismo pasa con una mujer, con tu perro, con el kioskero de la esquina que te da el diario, que le da el diario al guardaespaldas de Madonna antes de salir a correr.


¿No sera que nos da miedo pensar que aquí, noche, cuarto, hotel, cama, bocina, perro, es bastante similar a New York, gran manzana, kiosko, newspaper, give me, dolar, dog, dueño?

¿que cambia si estando allá no podemos oler los jazmines de Colegiales, si estando acá no podemos tirarnos en el green del central park?


¿Cuando aprenderemos a vivirlo todo, solo esperando lo que nos brinde el tiempo?





1 comentario:

Ada dijo...

Si tengo tengo que comentar el verbo.Digo, Recuerdo al "casi mejor de los poetas", quien le puso color a las vocales.
y digo tus palabras reviviran los colores.