19.12.11

Medio ocre.

Leo un artículo dominguero sobre un director yanqui famoso.
Este, a su vez, habla de su relación con Marilyn Monroe. Todos sabemos de la triste infancia de la blonda y de su triste y solitario final.
Al parecer, existe toda una generación de artistas famosos cuyo leiv-motiv podría ser: Empezá la vida con mal paso y terminala igual o peor. 
El director remata la entrevista diciendo, sobre la Marilyn: "...Era una mezcla de pena, amor, soledad y confusión. Pero tenía un problema más grave: se enamoraba con demasiada rapidez."

Mi tía, lectora del dominical y sentada en la mecedora de una edad a la que nunca llegó la blonda, piensa: "Yo acusaba las mismas características. Pero con un agravante: No soy ni seré Marilyn."

1 comentario:

Anónimo dijo...

:S