22.12.11

La sexualidad en tiempos del "cole".

Di varias vueltas antes de sentarme a escribir este texto. Pero algunas imágenes en relación al título, vagan por mi mente y que mejor que bajarlas como palabras.
¿Como era nuestra sexualidad en el castizo Madrid - en "los madriles"- de fines de los setenta y comienzos de los ochenta? Espacio y tiempo, que a la distancia, como se dice, parecen de otro mundo, no?
No había celular ni internet. Ni siquiera computadoras y archivos para pasarse. Tener una cámara de fotos era como hoy tener un carrito de golf.

Los canales eran dos y monitoreados por el Estado español. Las revistas donde se podía ver algo eran las revistas "para adultos", a las que no teníamos acceso. Ninguno de nosotros -niños entre 6 y 12 años- se hubiese atrevido a ir a pedirle una al "del estanco", al kioskero, que las acomodaba en su puesto con el debido recato. En la HOLA, en el Cambio/16, no se podían ver más que, a lo sumo, algún par de buenas piernas.
Y luego estaban las películas. Que se veían en los cines. Tampoco se nos paso nunca por la cabeza ir a un  "cine para adultos",  programa que al día de hoy me parece triste y algo nefasto.
Así que cada uno se las ingeniaba a su modo.

En mi caso, un chavalín con más cabeza que cuerpo y con más imaginación que músculo, recuerdo varios episodios. No creo que ni en ese momento ni hoy en día pudiesen enrojecer a una madre promedio. Pueden seguir leyendo.

Uno de ellos, el más tierno, era el siguiente. Yo vivía cada día como cada niño español: la leche, el café, el "corre a cambiarte que no llegas", el timbre del "cole", el recreo, las chucherias del puesto o de la panadería, la pelota, la bici, las caídas y las posteriores "frutillitas" en la rodilla -no recuerdo como le decían allí-.
Pero a la noche, cuando la luz se apagaba, yo recreaba la realidad del día. Por ejemplo, durante el recreo de la mañana, había ido a comprar unos bollos o chucherias al mercadito de siempre y había cruzado dos palabras con la nueva y joven cajera (¿será la hija del dueño? - pensaba mientras me atendía).

En la soledad de mi cama, en mi sueño antes del sueño, yo era otro: el chico guapo y fuerte. Llegaba al mercadito y la chica, azorada, no podía ocultar el sonrojado de sus cachetes. Yo le sonreía tristemente y de costado, cual James Dean, uno de los actores preferidos de mi hermano mayor.
Cruzabamos unas palabras y después yo utilizaba algún truco -la notita escondida en el billete o entre las monedas- para quedar con ella. Nos veíamos en algún parque, en algún banco escondido. Todo transcurría en ese mismo día . En ese mismo banco nos besábamos un par de horas eternas y mis manos conocían su deseado cuerpo.
Con algunas variaciones -la chica, el banco, el actor- el auto-cuento "erótico" se repetía noche tras noche. Cabe aclarar la ternura de mis manos que permanecían incólumes.
(¿Pero porque el cuento transcurría tan rápido y en ese mismo día? El verdadero sueño, el real, arremetía, amenazaba con dormirme y llevarme al imprevisible mundo onírico)
Otra de los recuerdos transcurre en el edificio de ventitres pisos donde vivíamos. ¿Porque aclaro que eran tantos los pisos? Porque recuerdo ir bajando - o subiendo- uno a uno con el objetivo de encontrar algún "oscuro objeto del deseo". Para decirlo sin tanto aspaviento: para conseguir alguna "Interviu", la revista erótica por excelencia de esa época.
Y recuerdo que algunas se encontraban, junto a las aburridas Burda, Cambio/16, HOLA! y el dolor dulzón que salía del "cubo ´la basura". Lo que no puedo recordar es si iba solo o acompañado y como terminaba o terminabamos esta historia.

Otros recuerdos, seguramente compartidos por miles de hispánicos niños que ahora estarán por la treintena o un poquillo más también, eran las películas de "dos rombos", algún casto beso robado a la vecinilla del cuarto y,..y aca tengo que hacer un punto y aparte...
...
Y la tetona de FA!! Tetona y teutona. FA era un conocido jabón de tocador que después de este comercial se debe haber hecho, como mínimo, famoso. El aviso en si era muy simple: una mano de mujer, un jabón, un fondo de cielo pintado.
Pero de repente.., aparecía sonriendo, y ocupando la mitad de la pantalla!, una rubia de ignorada procedencia -seguramente nacida al norte de los Alpes Suizos- con sus acaramelados pechos al aire. (Lo escribo sin signo de admiración porque nadie podría inventar el que representase mi admiración al ver por primera vez esas dos maravillas)
Al otro día, la pregunta recurrente entre los chavales del parque era: Joder!, ¿has visto el aviso de FA?

Ese fue, tal vez, para mi, el verdadero comienzo del "destape".

 http://www.zappinternet.com/video/DeYjCirRoj/Suavizante-PilAAn

No hay comentarios: