Medio café con...Letícia Bredice (2000)

(Después de una charla agradable, con cierto aire de intimidad made in Coghlan, LB - que tendrá pero tenía una libertad interior que le salía por sus lindos poros- me regaló un beso al pasar...LB tenía un pequeño excema en el labio -inferior? superior? no recuerdo...- y mi touch hipocondríaco, en medio de esa minima aventura que estaba viviendo, se preguntó: y si me contagio? Al final no me agarró nada en la boca. Al irme le propuse algo, un nuevo encuentro. Ella me dijo con esa fresca sinceridad que la envuelve: Mejor nos vemos por ahí, que surja casualmente, sin previo aviso...)

TREVISTA - PARTE 1
"Sigo siendo una chica frágil"

Por José Birabent

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P.: - ¿Cuándo descubriste que querías se actriz? 

- Yo lo tengo claro de chica como si fuera una luz, no quiero decir que sea una iluminada ni nada que se le parezca (risas)... pero también uno puede ir encontrando, puede ir formándose en la vida sobre aquello que le gusta. Esto es fabuloso, y ésto pasa, a mí me pasa con otras cosas que voy encontrando -aparte de ser reconocida como actriz, Leticia Bredice tiene una pasión aún no expuesta: la pintura-. Pero lo que me pasó desde temprana edad, hablo de cuatro o cinco años, es ya tener registro en el cuerpo de querer ser actriz. De saber que yo iba a trabajar, de querer lograrlo e ir para ese lado.

P.: - En busca de esa meta, ¿cuáles fueron tus primeros pasos? 

- Un día estaba viéndola a Susana Giménez y estaba Norman Brisky de invitado. Ahí me enteré de que daba clases de teatro y me pareció el más cercano para que yo estudie. Ya lo conocía y me gustaba lo que él era, de haberlo leído en la revista "Uno mismo".

Por mi parte, cuando todavía estaba en el colegio yo ya hacía cosas en radio. Me acuerdo de FM Bahía, FM Acassuso, todas radios alrededor de Urquiza, mi barrio. También cuando era chica, en la terraza de mi casa, hacía pequeñas obras cobrándole entrada a los chicos del barrio. Sin duda que ya tenía el concepto del teatro, claro (risas). Es que no era solo un juego para mí, hacía un gran esfuerzo para armar las obras. Tenía camarín y todo.

P.: - ¿Qué quedó de aquella niña y cuáles son tus proyectos hoy?

- En un punto, la verdad es que sigo siendo una chica frágil. No tengo mucho aguante físico. Acá tengo muchas ofertas para hacer teatro pero nada concreto. También hay algo hablado con Pablo Bossi (productor de Patagonik Film Group), un proyecto interesante que sería para televisión, pero aún no puedo decir nada. Todavía son proyectos abiertos.

Aparte me gustaría algún día exponer lo que pinto y también tener una banda de música. Eso me encantaría. Pero hoy en día, en mi cotidianeidad tengo tiempos muy libres: hago yoga, voy a clases de baile, veo películas y hasta que llega la noche y planeo algo no sé muy bien qué hora es.


P.: - Marlon Brando decía que todos los actores tienen una cuota de egocéntricos y neuróticos, ¿Qué pensás al respecto? 

Pienso que es cierto. Sino no se podría ser actor. Es una profesión muy delicada, donde siempre estás expuesta y jugando con esa arma de doble filo, de ser vista por miles de personas que te terminan adoptando.

El otro día me pasó con una chica que se asomó por mi ventana y me dejó una carta. Me dijo que para ella ese era un momento increíble y que siempre me había querido conocer, pero todo con una cara como de extasiada... Muy fuerte para mí. Igualmente para mí lo de Brando es una opinión de una persona más en el mundo, pero coincido con él plenamente.