3.4.15

Zona norte, tan lejos, tan cerca.

(escribiendo con Naranjú, una gatita beige y negra, por mis patas)

-"Soy poeta!!...escribo!", le grito, sin gritar al guardia de seguridad cuando se me acerca levemente desde su garita. Unos segundos antes me había salido de la autopista Libertador para buscar un rincón tranquilo y escribir esto. Me metí en una callecita y llegué hasta su muerte: una valla metálica, atras vías de tren y de fondo grillos. Y el guardia que escucha mi "soy poeta" salido del alma que se frena, se calma, me entiende y me sonríe.

Vuelvo a nosotros: escribirte en el papel tierno de la cuenta escrita a mano del restaurancito, un rulo de poesía de tu pelo, pegar la vuelta, el colchón de Cristina, vos que tenés que tomar dos, dos!...colectivos, corason...y  yo que ando tan en la luna (llena) que me olvido del tren que también tengo que tomar.

Te dejo en la esquina del semáforo, con un "suspendido a Marzo" de nuestro pobre saludo de despedida. Yo tratando de darte un abrazo porque leí que es bueno veinte segundos por día, pero los otros - en este caso vos no tanto...- que me quedan lejos, más abajo y JB  demasiado cerca del Obelisco o las nubes.

Llegó a la terminal del tren y me entero: ya pasó el último tren. Lo veo al vagabundo de la estación, sus mantas, su sueño de hambre y me decido. Me acercó suavemente y le dejo entre su manta un billete nuevo de diez pe.

Me dicen que hay otro tren - otro? uau...florecen como Randazzo´s-  agarrando por Corrientes al fondo. Voy con mi bici ET y en mitad del dibujo animado estás vos. Momento off the record, igual yo me acerco a tu arquitectura corporal y nos decimos algo, esas frases que quedan ahi...en borrador.

Llego al bajo y la estación susodicha esta desnuda y fría como el poste de una ruta desnuda y fría. Enfrente veo un cana. Le grito: Jefe!!...Se da vuelta y me hace el gesto que no, que no way tren. Yo que pienso: Cin, veamonos en días hábiles que hay mas horarios (que tristeza lo no-moto) 

Me hago la cabeza que si, que no queda otra, no way tren y ya pedaleo felíz con mi mente flexible. Y veo a un hombre humildísimo con un niño amortajado en sus brazos, y me viene un aire a vacación, a gesell, a bote y velero, y "tenés veinte cuadras hasta la capi", y libertador que tiene a esta altura algo de western, de semáforo rojo respetado a medias...

Y que bueno que nos vimos, hacernos un jueves santo para nuestros santos escritores, que tengamos mucho por leer y que algún día podamos firmar algo juntos. Y que la poesía en la mesa y la líbido teenera en el cajón.

Y vuelta a Libertador, a los duos bárbaros vida-fácil que salen a correr de noche y uno se pregunta si...amigos?...a correr con "g"?, el perro que saca al amo a dar la vuelta del perro, el paquetito de gomitas que me robo con perdón - es que busco compensar la carísima bsas y volver un poco a los 90s price- y que sabe mucho mejor que el comprado...y que más en la viña libertadora del señor?

Un arbolito vestido de beige que yo lo veo como un hombre torcido, una parejita a la que le pregunto algo por preguntar,  porque la noche amerita y cuatro pibes con una novia y todos al auto y yo que me privo de decirles algo. Nueva chance en dos amigos  que pasan, él con gorrita cool y rastras y él con barbita de chico bueno. Yo, desde la vereda de enfrente con cuaderno en las manos (si!! me atrevo!): "No quieren un poco de poesía que hago..?!" Ellos que responden con una naturalidad que hasta da un poco de bronca, como dos seres que fuesen parte del destino fatalista de Proust o Clarice. El (el de gorrita): No, gracias. El (el de barbita): Exitos..! Divinos... 

Final surrealista puro minutos después: el pibe de la gorrita cool "no, gracias" que pasa cerca mio, por mi misma vereda ancha, que pasa corriendo!, si, solo y sin el amigo. Que les pasó? (...) solo dios sabrá. 

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